domingo, 24 de febrero de 2013

¿Qué somos al fin de cuentas?

Dicen que uno debe mirar la realidad a través del corazón, que nuestras angustias, problemas y algunas que otras ideas que se nos quitan el sueño por las noches, son solo problemas que la mente ha interpretado mal.
Cuanto de nosotros mismos podemos hacer y vivir en ese corazón para mirar el mundo? ¿Cuantos de nosotros dejaría toda su seguridad de vivir confortablemente para estar en paz? ¿ Es paz lo que buscamos, equilibrio, tranquilidad, felicidad?
En ese trajín de la modernidad, muy pocos nos hemos preguntado por que vivimos, que nos motiva a levantarnos todas la mañanas para salir de nuestras camas y pisar la realidad.
 Debemos confesar que muy pocas veces nos hacemos estas preguntas. Es decir, cuanto de nuestro tiempo, nos tomamos para preguntarnos, que queremos ser y que estamos haciendo con respecto a ello?
Por estos días, tal vez, la reflexión sea esa...que queremos ser? Y qué estamos haciendo?
Siempre me he preguntado, cuanto de nuestros sueños infantiles quedan en nuestra memoria, cuanto de aquello que soñamos ser, somos en realidad. Si bien, algunos marxistas me acusaran de que la mayoría de los que estamos en el planeta, no nos hacemos esas preguntas y la búsqueda del pan cotidiano es lo único que los mueve entre tanta pobreza.
Me tendrán que disculpar aquellos marxistas ortodoxos, pero creo que la búsqueda de la identidad, es una dialéctica innata en nuestra propio ser. Todos irremediablemente todos, nos hemos preguntado quienes somos, que seremos y que haremos. Preguntas que parecen similares pero no lo son.
La identidad, para la antropología, la historia e incluso la filosofía puede responderse desde muchas  corrientes. Podríamos fundamentar, por un lado, que estará basada en lo que somos, lo que hacemos, lo que sentimos, lo que conformamos.
Somos hombres, mujeres, niños, adultos, que se relacionan con otros niños, adultos, mujeres y hombres; que algunos de ellos trabajan, cuidan, escriben. educan mientras  sienten, viven, aman, odian, dudan...todo esto intrincada en una especia de gran red, pude responder a  nuestra identidad.
Somos como nos relacionamos, como vivimos, donde nos movemos, nacidos y criados bajo una cultura determinada.
Pero si esto fuese así, este no sería una forma de reflexionar.
 En mi opinión, la identidad es algo que no esta dicho, que se construye todos los días en un ir y venir de experiencias. Al principio,  nuestro ser solo se conforma con aquellos con los cuales nos relacionamos e interactuamos, por ejemplo, al nacer  nuestros padres nos educan y pareciese que nuestra identidad se forja en aquello que somos como hijos, amigos, nietos, luego en el devenir de nuestra historia vivida, pasamos hacer padres, abuelos, tios, maestros, profesionales.
 Para una mitad del mundo, somos aquello que hicieron de nosotros, que esta sujeto a donde nacimos y bajo que circunstancial. Nuestro buen amigo Sartre es experto en reflexionar sobre ello.
Tal vez, pensar que la identidad esta sujeta a la esperanza, permite  definir la como  cambio y aprendizaje frente las circunstancias que nos tocan vivir. En nuestros tiempos, con el avance del posmodernismo, se nos ha quitado esa esperanza de cambiar las cosas desde nuestra propia cotidianidad, pareciese que nuestra identidad tiende sobre los hilos de algo mayor, podría ser, nuestra clase social, nuestras vivencias, nuestra cultura, nuestra propia experiencia. Donde el cambio solo se deslumbra mediante la fuerza colectiva o la lucha, ya sea física como espiritual, pero por ende negada a ser inmediata sino tan solo algo que necesita de un empujón para que no gire en un mismo circulo.
Sin embargo, en mi opinión, creo que la propia identidad es esperanza de cambio, ya sea individual como colectivo, a la hora de reflexionar que queremos ser, que somos y al fin de cuentas que identidad construimos dia a día.


domingo, 10 de febrero de 2013

" Ahora es mi EX- amigo"

Todos tenemos amigos. Aquellos que de alguna manera se encuentran con uno todas las tardes para conversar sobre cierto tema, con algún mate de por medio. Seguramente todos tenemos mientras leemos estas líneas aquella persona.
Pero ¿Qué es la amistad?¿ Qué lo hace a uno ser amigo? ¿Somos todos amigos?
 Seguramente, mas de uno ha tenido alguna pelea con aquella persona que consideramos en dicha relación. Y de alguna manera, en forma de rebeldía, le ha sacado el titulo para demostrarle su enojo. Así, de llamarnos todo el tiempo pasamos a no hablarnos nunca; de tomar mates a no invitarnos y seguramente algún que otro mensaje cortante para el cumpleaños.
Todo esta melange es resultado de haber pensando en esa amistad y seguramente de que consideras sobre la misma.
 Nuestro buen amigo aristóteles, se hace estas preguntas y llega a formularle a sus propios amigos "la amistad, no existe". Una afirmación bastante punzante, pero creo que por estos días, llega a tener cierto grado de verdad.
    Qué es la amistad? Si bien nuestro buen amigo antes mencionado, las organiza en imperfectas y perfectas. Cada uno de nosotros en los ambientes que nos movemos tenemos un poco de las dos.
Seguramente, estarás pensando que la  amistad imperfecta  es resultado de enojos, peleas y algún que otro berrinche, pero no hace ejemplo a esta categorización; ya que la imperfecta se caracteriza por los sentimientos de utilidad y placer entre dos personas. Es decir,  serían aquellos amigos con los que compartimos el placer o el gusto de alguna actividad, ya sea,  desde ir a ver una película o conversar sobre algún tema particular.
     Por otro lado, la utilidad se manifestaría, en pensar que  somo amigos porque la otra persona me es útil. No pensemos que esta utilidad solo se percata por algo materializado, sino mas bien por actos, ya sea desde pasarte 6 horas escuchando como tu amiga sufre por un corazón roto o por que no pudo concretar un sueño. Es esta utilidad la que hace, que cuando deje de existir, es decir, cuando tu "amiga" deje de escucharte, no la trates más. Por que el sentido de que dicha acción de escucharte, hablarte, preguntarte, es la utilidad que le das a esa persona a la hora de ser tu amiga. Lo cual respondería al interrogante de que deben hacer los amigos.
     La amistad perfecta,  que a estas horas debes estar pensando que es la que vos tenes con toda esa gente de facebook, implica que la ética rija el valor de la relación. Es decir, pensar en torno a  cuanto de nosotros en este juego de la amistad daríamos todo por un amigo aunque deba pagar las consecuencias. Pero ¿Seria esto amistad? Para el  aristotelismo, si. ¿Pero nosotros a esta altura de nuestro presente, lo haríamos?¿Te ves dando todo por un amigo, incluso la muerte?
   No sé cuales sean sus amistades, pero debemos pensar en ello. ¿Cuanto de nosotros daríamos por aquellos con que nos relacionamos y creemos que es nuestro amigo? Ante esta pregunta podríamos responderla, con un simple : por que lo quiero. Y entonces el querer ocupa esta relación, es decir, daríamos todo por el amor que sentimos. ¿Pero es el amor el que hace a la amistad? ¿Por qué daríamos todo por aquel que amamos? ¿Por que el amor debe unir un lazo entre dos personas?
     Tal vez, al saber que aquel amor se justificara en una reciprocidad, es decir, si yo doy debo recibir. Simplificaría un poco las cosas, pero la verdad no lo hace, las complica un poco mas. Por que el dar y el recibir, le suma un par de puntos a una reciprocidad que se medirá con la misma vara de lo que yo doy; por ello, cuando esa persona no devuelva a como yo le estoy ofreciendo, creeré que no me quiere y por ende, dejara de ser mi amigo. Esto aunque parezca un poco trágico y exagerado parece ser que es así. Por ello, si yo escucho a mi amiga llorar a las tres de la mañana y ella no me escucha, lo probable será que deje de hablarle porque no recibo lo mismo de ella. Por que nuestra relación se basaba para las dos en aquella reciprocidad.
A su vez, estas visiones de poder entender a la amistad, hacen que nos plantiemos un par de preguntas en torno a que creemos que es la amistad. Porque es muy probable que si yo la percibo como una utilidad y mi amigo como un deber ético, uno de los dos estará perdiendo y en lapso de tiempo la relación que nos unía se corte. Pero por sobre todo,  porque los dos no las entienden en un mismo plano. ¿Cómo podre construir una relación de amistad con alguien que la percibe de una manera totalmente distinta a la mía?
También el creer que la amistad se fundamenta en la identidad, lleva a sus conflictos. Por que supondremos que mi amigo es aquel del cual se  todo sobre él, por tanto, cuando este cambie o actué de otra manera, me valdré en la disyuntiva de pensar quien es. Por ello, y a sabiendas que la identidad se construye todos los días, no puedo pretender que mi amigo sea inmutable, que no cambie para bien o para mal con el tiempo. A lo único que puedo estar aferrado, es a creer o pensar si con esta metamorfosis diaria de mi identidad que se construye todos los días, puedo estar en una misma sintonía con dicha persona. Por que en estas relaciones no hay buenos ni malos, sino gente que se conoce a si misma poco a poco en relación con los demás.
Para terminar, creo que debemos preguntarnos sobre estos temas, porque pueden que esta simples preguntas no den un poco de claridad aquellos problemas con aquellas personas que consideramos nuestros amigos. Especialmente, cuando ocurren situaciones de conflictos. Enojarse, decepcionarse con aquella persona con la cual vivimos situaciones compartidas, emociones, momentos por un hecho puntual y de códigos, pueden ser momentos que podremos evitarnos con una simple reflexión propia: ¿Qué considero yo como amistad? ¿Y quienes comparten esta misma percepción? Por que si dos personas creen en la misma noción de amistad, puede que la relación se entienda y se sobrelleve de otra manera, construyendo desde una misma base sobre que es lo que deben ser y hacer los amigos.



lunes, 28 de enero de 2013

A modo de presentación.

El amor. Palabra inexplicable por estos últimos cientos de años. Que nos ocurre cuando empezamos hablar de ella?

Seguramente, para que llegues a estas instancias, es porque ya te miraste todas las telenovelas de amor, te leíste todos los libros de auto ayuda y no hay absolutamente nada explicable para lo que estas pasando.

Mi querida amiga, creo que debo ser sincera con vos...en estos días el amor se ha convertido en aquella carga que todos llevamos, vivimos en búsqueda de el pero no sabemos como llegar. Buscamos, caminamos, seguimos caminando y absolutamente nada....y seamos honestos, para estas alturas consideramos muchas de aquellas cosas que nunca habríamos admitido en nuestro estado de razonamiento normal. Que nos ocurre? 

Así terminamos con algunas canciones que en una vida anterior te parecían horribles y Arjona te parece el mejor filosofo de la vida. Y en este estado, Sartre, Eric From y cuanto filosofo cae en tus manos lees y re lees para que pensar en el amor y en el idiota que te esta haciendo sufrir parezcan causas de un razonamiento matemático. Entonces, detenidamente, comenzas a seguir a toda pagina de facebook que te de una mano para no borrar el contacto de aquel que un día te dio el "juntos para siempre"...

Sin embargo, creo que como admitimos que esto no nos puede estar ocurriendo y que "como yo una chica universitaria" puede estar escuchando Ricardo Arjona y mirando a la loca de mierda para sentirme un poco mejor, hemos decidido poner el amor bajo otra mirada....si, si... otra mirada....aquella que al menos pueda hablarnos de esta cultura del amor, la cual todos hablamos y hacemos de ella una regla. 

De esta manera, en una clase de "Introducción a la Antropología" Franz Boas, nos dio la solución...escribamos sobre aquella cultura del amor, que por estos días esta apunto de extinguirse. Escribamos sobre el futuro contacto entre "nuestra cultura" y "la otra"; entre aquellos que provenimos de venus y marte...y toda ineludible y alocada explicación de las relaciones humanas entorno al amor....escribamos sobre ello....porque si Franz Boas hubiera sido mujer...seguramente se quedaba en casa y sufría por amor.